martes, 28 de marzo de 2017

Soldador tradicional e Inverter



Antes de saber qué diferencias existen entre un soldador tradicional y uno inverter, veremos cómo se produce el proceso de soldadura.


¿Cómo se produce el proceso de soldadura?

Por medio de una corriente eléctrica, ya sea corriente alterna en caso de los soldadores de arco tradicionales, o corriente continua en el caso de los inverter, se crea un arco eléctrico entre el metal a soldar (conectado a la pinza de masa) y el electrodo utilizado, consiguiendo la fusión de éste y su depósito sobre la unión soldada.


Al fundirse el electrodo, pequeñas gotas de metal fundido son depositadas sobre la unión, en forma de cordón de soldadura. Sobre este cordón, se crea un depósito de escoria, formado a partir de los restos del recubrimiento decapante que incorpora el electrodo. A su vez, este recubrimiento crea una atmósfera (al fundirse) que impide la presencia de oxígeno en la soldadura. Por lo que evita la oxidación de ésta y favorece el soldeo.

Tras terminar el proceso de soldado, y dejando enfriar adecuadamente la soldadura, procederemos a retirar los restos de escoria, ayudándonos de un pequeño martillo o un cepillo metálico.

¿Qué diferencias existen entre un soldador de arco tradicional y uno inverter?

1. Soldador de arco tradicional

Las ventajas de un soldador de arco tradicional son:

• Son muy duraderos. Debido a su sencillo mecanismo y a su robustez. Son aparatos con una vida útil muy prolongada.

• Más económicos. Igualmente su sencillez hace que sean grupos más asequibles.

Los contras de un soldador de arco tradicional son:

• Tienen un peso elevado. Lo que impide desplazarlos con comodidad o realizar trabajos en altura.

• Mayor consumo eléctrico. El transformador que incorporan para realizar el arco eléctrico, es poco eficiente. Lo que implica mayor consumo de corriente y una elevada temperatura.

• Menor ritmo de trabajo. Al trabajar a mayor temperatura, el equipo debe pararse, para enfriarse y evitar problemas, de forma más constante.

• Mal acabado en metales de poco espesor. Al calentar más el electrodo que el material a soldar, es más difícil soldar sin perforar o agujerear la chapa.

• Uso con poca variedad de materiales. Podemos soldar hierro o acero, pero difícilmente acero inoxidable e imposible con aluminio.

• Poca facilidad de uso. Conseguir buenas soldaduras, con este tipo de equipos, es mucho más difícil. Requiriendo mucha practica hasta conseguir soldar bien.

2. Soldador inverter

Las principales ventajas de un soldador Inverter son:

• Tienen un peso mucho más ligero.  Podemos incluso encontrar equipos de menos de 2 Kg.

• Menor consumo eléctrico. El transformador que incorporan es mucho más eficiente. Requiere menos energía para funcionar. Siendo utilizables en cualquier instalación doméstica.

• Mayor ritmo de trabajo. Debido a su mejor refrigeración y su menor calentamiento, permiten soldar más cantidad de electrodos antes de tener que parar.

• Mejor acabado en materiales finos. Los grupos inverter nos permiten cambiar la polaridad de las pinzas de soldar (Soldadura inversa). Con ello conseguimos calentar menos el electrodo, siendo más difícil perforar la chapa fina.

• Válidos para más materiales. Además de soldar hierro y acero, nos facilitan la soldadura del acero inoxidable y nos permiten soldar otros materiales, como el aluminio.

• Mayor facilidad de uso. La placa electrónica que incorporan estos grupos se encarga de automatizar y facilitar algunos procesos de la soldadura. Además, regula mejor y con más exactitud la intensidad que se quiera utilizar. Esto hace que sea más sencillo empezar a conseguir soldaduras correctas y duraderas.

• Permiten su uso con generadores de luz. La gran mayoría de equipos inverter permiten su uso conectados a un generador de luz. Siempre y cuando no se usen alargadores o se usen de forma correcta y el generador tenga potencia suficiente.

• Permiten realizar la soldadura TIG. Mediante el acople de una pinza TIG, normalmente no incluida en el equipo.

Los contras de un soldador Inverter:

• Un costo relativamente más elevado. Su tecnología hace que aumenten los costes de fabricación, con respecto a los grupos convencionales, pero cabe señalar que en la actualidad se pueden conseguir a muy bajo costo.

• Mecanismo más delicado. Su placa electrónica es más sensible a sufrir con caídas o subidas de tensión. Al igual que con restos de polvo. Debiendo ser más cuidadoso en su manejo y mantenimiento.

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